Japón: ese curioso destino. Allí se dan la mano la paciencia del meditador zen, la dedicación del samurai, el amor al trabajo bien hecho y la perversión más absoluta.
Solamente de allí podía ser el mejor masturbador del mundo, un hombre capaz de estar dándole a la zambomba un total de 9 horas y 33 minutos sin parar, sin deshidratarse y sin que el miembro se le ponga más rojo que una gamba cocida. Aunque ahora que lo pienso, eso más que zen es tántrico…
Bueno… el caso es que hombre, en contra de lo que se pudiera pensar, ha sido recompensado con creces por su heroica actuación. Una marca de juguetes sexuales llamada “Tenga” le ha contratado para que teste y promocione sus productos. Nunca tan pocos se han tocado tanto para conseguir mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario